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El Consejo de Seguridad de la ONU se encuentra reunido este sábado para discutir un proyecto de resolución para Siria que condenaría la violencia y pediría su fin inmediato, además de apoyar en términos generales el plan de acción propuesto por la Liga de Estados árabes para la transición política en ese país.

El texto original fue presentado por Marruecos el martes pasado y ha servido como base para nuevas negociaciones entre los 15 integrantes del órgano de seguridad, que han discutido con anterioridad otros borradores sin llegar a ponerse de acuerdo.

Estados Unidos, Francia y el Reino Unido han pugnado por una resolución que, además de pedir el fin de la violencia contra los civiles, disponga la renuncia del presidente sirio Bashar al-Assad.

Sin embargo, Rusia y China, los otros dos miembros permanentes del Consejo se han opuesto argumentado que la ONU no debe interferir en el conflicto interno de Siria, además de aclarar que la violencia no proviene exclusivamente de las fuerzas del gobierno.

Miles de personas han muerto en Siria durante los últimos diez meses como consecuencia de los enfrentamientos entre las fuerzas del gobierno y los opositores que han organizado una serie de movilizaciones masivas.

La ONU ha instado repetidamente al gobierno sirio a poner fin a la violencia y el Secretario General Ban Ki-moon, ha urgido al presidente Bashar al-Assad a “dejar de matar a su pueblo” y a elegir el camino de la democracia escuchando las demandas legítimas de la población y respetando los derechos humanos.